Sexo Casual

Una práctica sexual que ha tomado mayor vigor en las últimas décadas es la del sexo casual. Esta es una relación sexual que se tiene con una persona desconocida, a la que normalmente se le aborda en algún bar, discoteca, restaurante, concierto, red social, etcétera, y en la que existe un único encuentro sexual, hasta un máximo de dos o tres encuentros.

En el caso de conocer a la persona, igualmente se varía de un encuentro sexual hasta máximo tres. En éste tipo de relación no se desea vinculación afectiva por parte de ninguna de las dos personas involucradas, no existe expectativa de futuro compartido, la exclusividad no es requisito ni es deseada, y tampoco lo son los sentimientos de pertenencia como los celos o el cariño. Tampoco existe intercambio recíproco de emociones ni la intimidad de la filosofía de vida. La expectativa debe reducirse al muy corto plazo, y la misma no debe incluir la idea de que puede surgir el amor.

Es un tipo de relación en la cual la finalidad es el sexo y el orgasmo, no el desarrollo de afectos. Los encuentros casuales no son normalmente planeados, sino que surgen espontáneamente, al calor del momento, y en el que la razón no media fuertemente, dejando un poco más a la libre el "deseo" . Tal y como se demuestra en estudios antropolígicos y sociológicos, ésta práctica no es nada nueva, todo lo contrario es muy antigua, sin embargo lo que si es más reciente es la "normalización" por parte de las personas de la misma; o lo que es lo mismo, decir que las personas lo ven como natural y no como señal de que algo "esté mal".

Los estudios del Instituo Kinsey de sexualidad, han expuesto que muchas personas que inician ésta práctica, en realidad tienen una preferencia por relaciones estables, y que de alguna manera esperaban que luego del sexo la relación se encausara a "algo más". A pesar de ser una práctica socialmente censurada por algunos, en realidad en su mayoría de ocasiones no tiene relación con problemas de autoestima, falta de aprecio o valoración personal, ni es una renuncia total a la dignidad. Ahora bien, es necesario aclarar que no todas las personas se sienten cómodas con el sexo casual y por tanto no todos lo pueden practicar.

Existe siempre el tema de los valores y creencias personales como eje central en la toma de decisiones de si se practica o no. En caso de que se decida incursionar en dicha práctica, es necesario tener presente que no se deben involucrar los sentimientos (como se dijo al inicio); y que se debe proteger el corazón en todo momento. Es mejor renunciar a la idea de que se pasará a niveles de relación más profundos que simplemente el sexo y el orgasmo. Esta práctica, como cualquier otra, puede ser muy placentera si la moral personal lo permite, y si la persona no se expone a sentirse lastimada.